Alejarse de los combustibles fósiles, impulsar las renovables y reducir las emisiones a la mitad en esta década. Según Greenpeace, este es el principal mensaje lanzado hoy a los Gobiernos de todo el mundo por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) en la presentación del último informe de su Sexta Evaluación sobre la situación actual del cambio climático: hay soluciones y hay que implementarlas ya, según publica «Energías Renovables» (ver aquí).

Es el primer informe integral que el IPCC presenta en nueve años y también el primero desde el Acuerdo de París. Este informe de síntesis integra y resume tres informes de grupos de trabajo y tres informes especiales publicados anteriormente. En él, se describe una realidad dura pero no sin esperanza si los Gobiernos actúan ahora, según señala Greenpeace.

El informe ha vuelto a enfatizar el hecho de que las soluciones ya existen (consumir menos carbón, petróleo y gas, que son la principal causa del cambio climático, e impulsar las energías renovables) y que el futuro del planeta dependerá de lo que se haga en la próxima década: los impactos climáticos continúan intensificándose y siguen aumentando a medida que el mundo se calienta más, por lo que se corre el riesgo de que se produzcan cambios que ya sean irreversibles. El IPCC describe estos hechos con gran precisión científica, dando a los Gobiernos otra oportunidad de hacer lo correcto para las personas y el planeta.

Pero el tiempo y las posibilidades no son ilimitados y este informe marcará la política climática futura, dejando más claro si los líderes mundiales avanzan o si, por el contrario, siguen permitiendo aún más la injusticia climática. La COP28, la próxima cumbre climática en los Emiratos Árabes Unidos a finales de 2023, debe considerar el informe presentado hoy en un contexto de crisis climática, para terminar con la dependencia de los combustibles fósiles, impulsar las energías renovables y apoyar una transición justa hacia un futuro sin emisiones de efecto invernadero.

“No estamos esperando milagros: tenemos todas las soluciones necesarias para reducir a la mitad las emisiones en esta década. Pero no lo conseguiremos a menos que los Gobiernos decidan acabar con los combustibles fósiles. Ponerse de acuerdo para la eliminación justa y rápida del carbón, el petróleo y el gas debe ser una prioridad de primer orden para los Gobiernos, que deben, además, obligar a los contaminadores a que paguen por los daños que causan a los países y comunidades menos responsables de la crisis climática. Un buen comienzo sería establecer impuestos extraordinarios a las tremendas ganancias que las empresas energéticas han obtenido gracias al petróleo y el gas, y usarlos para ayudar a las personas a recuperarse de las pérdidas y daños que sufren y han sufrido. Es hora de dejar de perforar y comenzar a pagar”, ha señalado Tracy Carty, experta en política climática global de Greenpeace International.

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